Los Precintos dinamizan el espacio a partir de elementos simples como la línea y el color.

Tras observar los juegos visuales geométricos que se formaban en un puñado de flejes cortados y dispersos en el suelo, desarrollé estas estructuras distribuyendo barras de aluminio en sucesión regular.

Mediante dobleces, introduje en ellas quiebres diversos con el fin de que la línea-barra penetrara en el espacio y generara la sensación de movimiento.

Los efectos de luz y sombra y el desplazamiento del espectador subrayan este dinamismo, haciendo de cada pieza una «obra abierta» en permanente transformación.

En Tesis cromática dispongo pequeños elementos vivamente coloreados en un espacio limitado, a modo de caja, por una retícula metalizada.

Esto me permite experimentar con los mecanismos de percepción e interacción del color, al crear áreas saturadas que se distribuyen en diversos planos de profundidad.

La experiencia se complejiza no sólo por la interrelación cromática, sino por el efecto reflectante de las superficies metalizadas, la vibración introducida por la retícula, y los juegos lumínicos que producen las cajas de acrílico transparente en las que finalmente se colocan estas estructuras.

Las piezas que conforman la serie Encuentros se emparentan con expresiones urbanas como el graffiti o el street art, y con algunos recursos del arte povera.

Se configuran como campos narrativos en los que el impacto subjetivo de un evento de mi vida cotidiana es expresado mediante la mixtura de lenguajes y técnicas y la superposición de capas de materiales.

Esta hibridación concretiza, acaso, los mecanismos mentales aluvionales del recuerdo, en donde convergen imágenes difusas, emociones y sensaciones. Están presentes la pintura, el trazo gestual, la costura, ataduras, impresiones, collages, palabras, convergiendo en un todo que bien podría caracterizarse como una cartografía interior.